jueves, 6 de junio de 2013

El viaje a Santiago de Chile

Según el Programa de Viaje que se le había hecho llegar a Lynn, ella viajaría a Santiago de Chile el día lunes 3 de junio de 2013, en el vuelo 064 de la aerolínea Sky Airlines, a las 11:50 A.M. Dos horas antes, papá, mamá y su hermana Kim le acompañaron hasta el aeródromo de Maquehue, en donde se presentó a chequearse y entregar sus dos maletas. El límite de peso del equipaje en bodega del avión era de 20 kilos, pero las maletas de Lynn pesaron 32 kilogramos. Por ese exceso de 12 kilos de peso la aerolínea cobró un cargo adicional...

Debido a las habituales condiciones climáticas otoñales, en el sector en el que se encuentra el aeródromo de Temuco, el vuelo estaba demorado. La neblina fría y una nubosidad baja hicieron imposible la actividad aérea sobre los cielos de la ciudad capital de La Araucanía. Los altavoces del terminal aéreo anunciaron la llegada del avión para las 13:30 horas y despegue a las 14:00 horas... Debíamos esperar más de dos horas y media; mientras tanto, más y más pasajeros del mismo vuelo y el de otra aerolínea seguían llegando a chequearse, entre ellos un diputado en ejercicio y un ex ministro de Estado, residentes en la ciudad.

A las 13: 00 horas se solicitó a los pasajeros del vuelo 064 ingresar a la sala de embarque. Los pasajeros hicieron fila frente al acceso, para que se le hiciera la revisión de seguridad al equipaje de mano y de las mismas personas, con detectores de metal. Nos pusimos al final de la fila, para estar un tiempo extra con Lynn. Finalmente llegó su turno; nos volvimos a despedir con besos emocionados y fuertes abrazos, haciéndole recomendaciones de lo que debía hacer a su llegada al aeropuerto de Santiago. Lynn ingresa al control de seguridad y ya no podemos estar más con ella. Ella avanza hacia el pasillo que debe conducirle a la sala de embarque Uno, pero se queda allí por varios minutos. Nos seguimos haciendo señas con las manos, despidiéndonos. La observamos a través de un vidrio espejado y a través de los pasajeros que siguen ingresando en fila para cumplir con el control. Como ya no podemos hacer nada más, le decimos adiós y le pedimos que ingrese a la sala de embarque que le corresponde, a esperar la llegada del avión.

Lynn, en la fila que le llevará al chequeo de seguridad y ala sal de embarque

Papá, mamá y Kim salen del edificio del terminal aéreo y suben a un taxi que esperaba llevar pasajeros hasta Temuco. En "compensación", por el corto viaje que debería hacer solamente a Padre Las Casas, el taxista cobra una suma que no tiene nada que ver con la tarifa estipulada, el doble de lo que había pedido el servicio que más temprano nos había llevado hasta el aeródromo Maquehue.
Al llegar a casa, papá espera el sonido de las rugientes turbinas, impulsando el despegue del vuelo 064. A las 14:01 horas se oye el sonido de las turbinas, pero la nubosidad reinante oculta la aeronave y no se le puede fotografiar. Sólo el sonido del avión en ascenso nos habla de la partida de nuestra hija misionera.

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